El cristiano y su deseo de ser parte del grupo

El sentimiento de  deseo de ser parte del grupo, y quizás el sentimiento de que no le gustas a nadie es algo que llega en un momento a la mente de las personas, aun a las que poseen una adecuada autoestima, en algún momento de la vida. Los cristianos no somos la excepción, en algún momento de nuestras deseamos ser parte del grupo, deseamos estar en la honda, estar en el grupo de los mas populares, a veces incluso entre aquellos jóvenes que no conocen de Dios, y  presentan conductas o comportamientos que reflejan que el viejo hombre esta vivo, jóvenes que dicen palabras obscenas, que practican el sexo antes del matrimonio, que no son sinceros o leales con sus padres, pues son desobedientes, que dicen grandes mentiras, entre otras cosas y pensamos, siendo creyentes, que podemos pertenecer de manera permanente a ese grupo, deseando introducirnos o ser parte de ellos tanto que llegamos a  actuar como ellos y a veces a vivir constantemente y en parte como ellos. Dios nos llama a que no nos alejemos de los que no conocen a Dios, pero no nos llama a inmiscuirnos tanto con ellos que perdamos nuestra identidad de creyentes, debemos hablarles de Dios, como nuestra responsabilidad, pero no debemos dejarnos contaminar de aquellas malas acciones que practican, y menos desear ser parte de manera profunda de un grupo que no va a aportar sino a restar a mi vida espiritual. 


Te invito a pensar en estas preguntas de reflexión, Dónde esta nuestra identidad como Jóvenes Cristianos? Dónde esta nuestra seguridad de lo que deseamos ser en el futuro? Donde esta nuestro deseo de que los planes de Dios sean una realidad en nuestras vidas?


Si como joven creyente te ha pasado o te sucede lo que he comentado, la solución esta en volver a ese camino antiguo que en algún momento dejamos o por mucho tiempo, poniendo en riesgo nuestra vida espiritual, y nuestra salvación, considerando el riesgo de lo que esto significa para nuestra vida eterna.


A veces buscamos pertenecer a grupos de amigos que no nos convienen, en la universidad, en el trabajo, en la escuela, en el barrio, buscando ser aceptados, buscando ayuda ante una situación difícil que atravesamos, cuando realmente de nuestro lado ya tenemos al mas fuerte que es Dios y también a nuestros hermanos en la fe, quienes son los que nos darán buenos consejos. 


Querer adaptarse a los grupos no es necesariamente malo, el punto es que tan importante es esto para ti y que tanto Dios aprueba o que piensa de ese grupo en el que deseas estar?

Ya Dios te ha aceptado en su grupo, que es el mejor.

Bendiciones